La semana pasada se le cayó a mi pequeño su primer diente, ¡qué emocionado estaba!
Llevábamos varios meses esperando este momento porque muchos de los niños de su clase ya lucían unas graciosas dentaduras melladas y habían detallado bajo la atenta mirada de todos, los regalitos que les había traído "el Ratoncito Pérez".
Habíamos ido con él hace un par de años a la casa del Ratoncito Pérez de Madrid y nos habían explicado que el Ratón desde su casa se traslada cada día a través de unos conductos mágicos a las casas de todos los niños en busca de sus dientes. Éste, a cambio de llevarse los dientes para incorporarlos a su colección, deja monedas, chocolate o cualquier cosa que él sabe gustará a los niños.
Allí descubrimos las pequeñas puertecitas que se pueden poner en las habitaciones de los pequeños para que el señor Pérez pueda entrar sin problemas en sus casas.
Desde ese momento andaba ya detrás de una para cuando llegara el momento.
Había visto algunos modelos muy bonitos, y algunos como esta se vende conjuntamente con el cuento "León, Carmencita y las Puertas Mágicas". Además, es un producto solidario porque están hechas por los trabajadores con discapacidad intelectual de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce.
Pero me apetecía poder aportar algo a nuestra puerta. Encontré esta web que además de tener unos precios súper económicos te permite comprar tu puerta en madera sin pintar para que le des el color que más te guste. También tienen un montón de accesorios monísimos que le darán un toque más personal.
La madera absorbe muy bien la pintura así que con cualquier color y un par de capas la tendréis lista.
La nuestra la pinté de blanco y la coloqué sobre el rodapié poniéndole detrás cinta de doble cara para fijarla a la pared. Luego compré el buzón, el número para la puerta y el resto de accesorios que veis en la foto y los pegué con pegamento.
Para terminar le hice un banderín con una cuerdecita y washi tapes. ¡Es un elemento decorativo ideal! Si queréis leer más sobre decoración infantil echar un vistazo al post de hace un par de semanas.
Ni qué decir tiene la sorpresa que se llevó mi peque cuando a la mañana siguiente vio las monedas de chocolate y demás regalitos que le puso bajo la almohada.
¿Qué os ha parecido? ¿Os animais a haceros una?
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